¿Qué es dolor, Lily?

¿Qué es dolor? Dolor son lágrimas, dolor es llanto, dolor es un golpe al alma, dolor es perder, dolor es perder el rumbo que marcaste, dolor es desengaño, dolor es pérdida, dolor es recuerdo. Pero sobretodo, dolor eres tú, Lily.

¿Por qué? ¿Por qué eres la fuente de mi desgracia y de mi felicidad? ¿Por qué eres mi agua en el desierto? ¿Por qué eres mi luz en la madrugada? ¿Por qué eres mi manta la nieve? ¿Por qué eres el amor entre la destrucción? Había miles de chicas, habían miles de mujeres, miles de personas a las que poder amar, miles de individuos que podrían haber compartido su vida conmigo, y sin embargo eres tú, Lily, tú y solo tú. Solo tú la razón de mi felicidad, solo tú la que me impulsa a levantarme por la mañana, solo tú la que me ayuda a dormir cuando la realidad me abruma.

Y me siento tan perdido, tan terriblemente perdido desde que te has marchado, desde que no te tengo cerca, desde que me has abandonado. Sé que es un palabra dura, pero no te atrevas a negarlo, Lily, me has abandonado, y tú lo sabes, aunque tú no lo quieras reconocer, tu subconsciente te lo repite a todas horas, y tú lo ignoras. Me has dejado aquí, solo perdido entre caras extrañas. Te lo he dado todo, Lily, y te has ido, te has ido sin devolvérmelo, y ahora no soy nada, ni nadie. Solo soy un simple títere en manos de este mundo, de esta sociedad.

Me has abandonado de todas las formas posibles, primero en vida, y después en muerte. No has querido una vida conmigo, no has querido nada de mí. Sé que nunca te he interesado, sé que tú nunca me amarte como yo te amé a ti, como tú amaste a Potter. Sé que te perdí, tal vez fue mi culpa, tal vez fue tuya, tal vez de los que nos rodeaban, o simplemente de las circunstancias.

Pero no es el momento de buscar culpables, no es momento de tirar piedras a tejado ajenos, es momento de pedir perdón, es momento de repetirte, por última vez lo mucho que te he amado, lo mucho que te extraño, lo mucho que me desespera saber que tus labios, que tanto deseo, ahora están fríos. Tu piel, ruborizada, ahora está blanca como la cera. Tus manos, cálidas, ahora son puro hielo, y yo, perdido entre el dolor, y las lágrimas que manchan este papel, no tengo fuerzas para continuar, no tengo fuerzas para otra cosa que no sea llorarte.

No puedo ser fuerte, porque mi fuerza eras tú. Todo lo que tenía eras tú, la única que una vez me aceptó tal y como yo era, eres tú. ¿Y ahora qué me queda? No me queda nada, porque no me quedas tú. Y este dolor es demasiado real, casi tanto que puedo tocarlo con mis propias manos. Ese dolor está representado en tu lápida, ese dolor está representado en esta carta, y mi amor, en la rosa que hoy te traigo, que te regalo, para que te la lleves allá donde sea que vayas, y que no olvides nunca que, Severus Snape, un mestizo, un extraño, un idiota, te amó, te ama y te amará eternamente, más allá de la muerte, más allá de la vida. Más allá de todo lo que conozco, y más allá de todo lo que desconozco.

Y ha llegado el momento de despedirme, el momento de despedirnos, ha llegado el momento de que te deje marchar, más allá de los límites de este mundo, más allá del sol, del cielo, a un mundo que todavía no conozco, pero que con gusto estaría dispuesto a conocer si fuese por ti, por defenderte, por mantenerte viva.

Pero llego tarde, y es así, no lo puedo cambiar. Solo puedo derramar, delante de tus restos, las lágrimas más amargas que el mundo verá jamás, y decirte que te amo en forma de carta, una carta que aquí te dejo y que espero que leas… Y olvides, si así lo deseas.

Esta es la primera historia que nos ha llegado y antes de felicitar a la autora, aclaramos:

• Ya publicada en Potterfics.
• Personajes de J.K. Rowling.
• Historia de SaphiraEspina.

Saludos y enhorabuena a Teresa.

Gritando en Silencio.